Related Articles
De forma accidental, como tantos descubrimientos que han cambiado el mundo, un equipo de científicos de Drexel (Pensilvania) ha conseguido llegar a la batería definitiva, esa que hará que los coches puedan hacer más kilómetros y nuestros ordenadores y móviles no tengan qeu recargarse cada día, baterías de litio-azufre, el gran descubrimiento que podría cambiar el mundo y dar el empujón definitivo a la era eléctrica.
Es un hecho que las actuales baterías de iones de litio no son la solución, por sus componentes contaminantes, el complicado reciclaje, y porque su ciclo de vida es menor que el de los propios dispositivos. Este problema viene de lejos y se está intentando mejorar con varias tecnologías, una de ellas es el uso de baterías de litio-azufre que solucionaría el problema del reciclaje, pero no el de la durabilidad; mientras que una batería de iones de litio aguanta unos 2.000 ciclos de carga, el litio-azufre solo soporta a la mitad de cargas. Intentando resolver esto, un equipo de científicos de Drexel, probó nuevos enfoques para el litio-azufre, cambiando los compuestos del cátodo de la batería.
El objetivo era ralentizar la reacción química que acelera la eliminación del azufre, y en este trabajo toparon por casualidad con una fase química del azufre que básicamente detiene la degradación de las baterías. Gracias a este proceso la batería soporto 4.000 ciclos de carga sin un empeoramiento en la capacidad, lo que significa que dura al menos dos veces más que la de iones de litio.
Como el experimento no buscaba este resultado, ahora los científicos están intentando entender qué es lo que ocurre realmente antes de poner estas baterías en el mercado. Estas baterías darían vida a vehículos eléctricos mucho más rápidos y eficientes, con una autonomía de miles de kilómetros, dispositivos útiles tras 10 años de uso, todo más ligero y con un coste similar. Además, lo mejor de todo es que ambos materiales son abundantes en toda la Tierra.
