La inteligencia artificial (IA) es la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones simulando el razonamiento humano. Partiendo de esto debemos tener en cuenta que la IA nos aventaja en algunas cosas; no necesita descansar, puede trabajar mucho más rápido, es capaz de obtener conocimientos y habilidades en los que el ser humano tardaría años y su margen de error es mínimo.
En su libro «Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro» Lasse Rouhiainen vaticina que habrá empleos en los que los humanos serán reemplazados por los robots, principalmente aquellos que los que se hace poco uso de las cualidades humanas como la empatía, la comunicación compleja, el coching o la creatividad. Para esto se basó en un estudio realizado por la Oxford Martin School que agrupó por categorías los empleos menos probables de ser reemplazados por robots. Estos son; los que requieren el uso de las manos (dentistas, bomberos); los que exigen creatividad (coreógrafos, directores de artes) y los que requieren percepción social (enfermeros, sacerdotes).
Y apuesta por tres líneas de trabajo empèzando por la reeducación de millones de personas que se quedarán sin trabajo debido a la IA. En segundo lugar habrá que delimitar el uso ético y moral de las tecnologías y robótica y finalmente trabajar en la prevención de las posibles adicciones tecnológicas y demás trastornos a los que estaremos expuestos.
La inteligencia emocional, la empatía, la perseverancia o el entusiasmo serán, entre otras, las habilidades que el ser humano tendrá que desarrollar para el mercado laboral del futuro, donde las empresas exigirán empleados con capacidad para resolver problemas, creativos, capaces de detectar tendencias o con mentalidad empresarial.
En 2017, Emiratos Árabes Unidos se convirtió en el primer país del mundo en crear un puesto de ministro para la inteligencia Artificial. Dinamarca, en 2017, se convirtió en el primer país en designar un embajador de tecnología. En España sin embargo no hay partido político que lleve en su programa electoral algo relacionado con este tema.
Respecto al mundo empresarial, la nueva tecnología propiciará el nacimiento de compañías con menos personal, los frelancers subcontratados por las grandes empresas tecnológicas son el futuro. Cualquiera, desde su casa, puede crear una ‘app’ basada en IA que puede usar una gran compañía. A esto se llama democratización de la tecnología.
La inteligencia Artificial no es nada si no tiene datos con los que trabajar y actualmente el debate está también en la forma en que los datos son usados o cedidos. Lasse Rouhiainen incide en que hay que preguntar a los políticos que votamos qué decisiones van a tomar con respecto al tratamiento de las bases de datos y opta por tener una parte de los datos libres y disociados remarcando que una posible solución es el ‘blockchain’.
China y EE.UU. son los países que lideran la carrera de la IA. China, de hecho, es el único país que ha elaborado un plan de futuro para los doce años siguientes. El problema es que ambas potencias están compitiendo por ver quién es el mejor al más puro estilo de carrera espacial . Y es que la inteligencia artificial puede ser en un arma igual que un elemento de evolución y bienestar.