Las autoridades chinas están comenzando a probar un sistema que de alguna manera, predice los delitos antes de que se cometan, y con una gran fiabilidad a semejanza de la película Minority Report.
Se trata de un sistema que se basa en la combinación del reconocimiento facial y la inteligencia artificial. Hoy en día la policía actua de manera preventiva haciendo un seguimiento exhaustivo de los sospechosos o bien de forma presencial en aquellos lugares susceptibles de cometerse un delito, este sistema pretende anticiparse, por ejemplo, a un atentado suicida llevado a cabo por una persona no fichada utilizando este nuevo sistema que está siendo desarrollado por la firma de reconocimiento facial Cloud Walk.
El sistema consiste en utilizar las cámaras ubicadas en lugares públicos para obtener imágenes de forma sistemática de los transeúntes para luego analizarlas con el software de reconocimiento facial, no identificando a la persona sino analizando sus facciones. En este punto entra la inteligencia artificial: toda esta cantidad ingente de información sería analizada por un software que cotejaría los datos y alertaría a la policía en caso que una misma persona, por poner un ejemplo, visitara repetidas veces un lugar público y posteriormente acudiera a una tienda de armas: en este caso, el software entendería que esta persona tiene altas posibilidades de cometer un atentado y actuarían en consecuencia. Según parece, este software se habría instalado ya en más de cincuenta ciudades del país y estaría ya alimentando una descomunal base de datos de rostros y movimientos.