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Se están desarrollando robots y ordenadores para analizar expresiones faciales dentro del campo cada vez más activo de la computación afectiva. Se trata básicamente de interpretar nuestras emociones y dar una respuesta lógica en función de ello. Monitorizar la salud mental y el bienestar de una persona, medir el interés de un estudiante en el aula, ayudar a diagnosticar señales de ciertas enfermedades, y el desarrollo de robots que nos ayuden pueden ser algunas de las aplicaciones de esta tecnología en auge.
Los humanos expresamos las emociones de forma diferente dependiendo de la persona, la cultura, género, edad y otros muchos factores. Otras diferencias aún más sutiles como la hora del día, cuánto hemos dormido, incluso nuestro nivel de familiaridad con la persona con quien conversamos llevan a pequeñas variaciones en la forma en que nos expresamos.
Los cerebros humanos cazan de forma instintiva estas desviaciones, pero a las máquinas les cuesta mucho. Se desarrollaron hace pocos años técnicas de aprendizaje automático profundo para ayudar a captar estas sutilezas, pero todavía no son tan precisas o tan adaptables como podrían llegar a serlo.
El equipo de Oggi Rudovic, Michael Feffer y Rosalind Picard, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, ha desarrollado un modelo de aprendizaje automático que supera a los sistemas tradicionales en la detección de estas pequeñas variaciones de expresión facial, logrando evaluar mejor el estado de ánimo en humanos mientras se le adiestra con miles de imágenes de rostros. Además, usando algunos datos más para entrenarlo, el modelo puede adaptarse para que analice a un grupo de personas completamente nuevo, con la misma eficacia.
Una de las aplicaciones dentro del mundo laboral, y que posiblemente cambie nuestra forma de acceder a nuevos trabajos o promociones, es la aplicación de esta tecnología a los procesos de selección de las empresas. ¿Será posible detectar por nuestros gestos y actitud si somos o no adecuados a un trabajo o filosofía de empresa?
Esto, como tantos otros avances tecnológicos, puede ser un beneficio o una amenaza. Igual puede servir para detectar un asesino en serie, una enfermedad, un timador o un terrorista que para saber en que momento de oportunidad estamos a la hora de vendernos un producto o influenciar nuestras decisiones. Solo en paso del tiempo nos dará la verdadera cara de estos avances que ahora mismo parecen más ciencia ficción que otra cosa.
