Frank P. Ramsey nació en Cambridge. Estudio matemáticas en el Trinity College donde se graduó con la máxima calificación de su promoción.
Su madre había sido una de las pocas mujeres que había ido a la universidad; estudió Historia en Oxford, tomo clases de lógica con Lewis Carroll.
Su padre, Arthur fué matemático y presidente del Magdelene College de la Universidad de Cambridge,
Su hermano Michael ingresó a la Iglesia anglicana y se convirtió en arzobispo de Canterbury.
Frank fue capaz de aprender alemán en tan sólo una semana, usando un diccionario y una gramática.
Con estos conocimientos leyó el Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein. El ‘Tractatus’ fué escrito por el filósofo austríaco Wittgenstein, durante la Primera Guerra Mundial, trataba sobre la filosofía del lenguaje y delineaba la relación entre las palabras y el mundo, argumentando que los problemas filosóficos eran el resultado de la incomprensión de la lógica del lenguaje.
El Tractatus es un texto complicado escrito en alemán, ni siquiera se lee como un libro normal, es una serie de puntos con subpuntos y además, utilizaba un nuevo tipo de lógica con la que pocos estaban familiarizados.
Ramsey, a sus 18 años llevó ese increíblemente complicado manuscrito a la oficina de mecanografía de la universidad y empezó a leer el texto en alemán mientras le dictaba la traducción en inglés a una secretaria. Esta traducción simultánea fue aprobada por Wittgenstein diciendo que era mejor que el original.
Realizó una crítica a la teoría expuesta en el libro que convenció a Wittgenstein de que, en realidad, no había logrado resolver todos los problemas de la filosofía de una vez por todas.
En 1924, accedió como profesor al King’s College con tan solo 21 años donde desarrolló gran cantidad de trabajos sobre lógica, matemáticas, economía y filosofía.
Ramsey también hizo contribuciones fundamentales en economía precisando la trayectoria óptima que debe seguir el precio de un monopolista regulado para maximizar el bienestar del consumidor.
Estableció una teoría para el comportamiento óptimo de la hacienda pública para la fijación de impuestos más adecuada.
Finalmente desarrollo a finales de los años 20 el modelo de Ramsey, uno de los más usados por la macroeconomía. En este modelo los consumidores se presentan como individuos que maximizan su utilidad a lo largo de un horizonte infinito. Este modelo es optimo para el estudio del crecimiento de las economías. Ramsey desarrolló su modelo usando ecuaciones diferenciales, esto hizo que la mayor parte de los economistas ignoraran su trabajo.
Años después, en 1965 Cass y Koopmans desarrollaron paralelamente un modelo muy similar, aceptado por los economistas. Entonces se comprobó que dicho modelo era en realidad equivalente al desarrollado casi 40 años antes por Ramsey.
Además, Ramsey desarrolló propuestas sobre la probabilidad subjetiva (probabilidad bayesiana) aunque de nuevo sus trabajos no llegaron a ser conocidos hasta que se publicaron desarrollos similares en los años 50, realizados por Bruno de Finetti.
Eso sucedido tan a menudo que fue nombrado por el prominente filósofo estadounidense Donald Davidson como “el efecto Ramsey”. Esta expresión designa el fenómeno de encontrarte con que un emocionante y aparentemente original hallazgo ya había sido descubierto y presentado con más elegancia por Frank Ramsey.
Ramsey publicó dos artículos de economía en el Economic Journal. Cuando en 2015 esa revista, una de las mejores de economía del mundo, celebró su 125 aniversario con una edición especial en la que publicó los 13 artículos más importantes de su historia: los dos de Ramsey fueron incluidos
Existen unas 50 técnicas, modelos, teoremas y fenómenos que llevan la palabra Ramsey, eso nos da una idea del calibre de su genialidad, y más si se tiene en cuenta que tuvo un tiempo muy corto para hacer todos sus valiosos aportes, desde los 19 años hasta que murió a la edad de 26 años víctima de una dolencia crónica de riñón.