En pleno auge de las IA aparece un nuevo reto tecnológico que va a suponer un cambio radical en redes sociales, juegos colaborativos, comunicaciones, entretenimiento y quien sabe qué mas aspectos de nuestra vida. Desde mi punto de vista es la primera piedra para entrar en Matrix. La startup americana REMspace con residencia en California ha logrado la primera comunicación entre dos personas dormidas trabajando sobre el estado de sueño lúcido.
Durante la sesión dos personas lograron enviar un mensaje simple, una palabra, entre ellas durante este estado onírico. Esto que parece ciencia ficción es un avance fundamental en el campo de la neurociencia y la exploración del potencial humano y abre nuevas oportunidades para la comunicación y el aprendizaje a través de los sueños y el campo del entretenimiento; también podría tener aplicaciones médicas en la resolución de problemas fisiológicos y psicológicos o usarse para el aprendizaje de nuevas habilidades.
Llamamos sueños lúcidos a los que ocurren cuando una persona en fase REM (movimiento ocular rápido) es consciente de que está soñando mientras sigue soñando, cuando sigue dormida pero ha desbloqueado su propia conciencia. REMspace anteriormente había demostrado la posibilidad de decodificar sonidos emitidos en sueños mediante sensores de electromiografía facial y a partir de esto se desarrollo Remmyo, un «lenguaje de los sueños» que puede ser detectado por sensores especializados.
Michael Raduga es el fundador y CEO de REMspace y cree que esta tecnología puede convertirse en algo normal dentro de nuestras vidas y que lo va a cambiar todo, desde la forma en la que interactuamos con el mundo de los sueños a cómo nos relacionamos con el resto de seres humanos. Es muy posible que las aplicaciones sobre el sueño REM y los sueños lúcidos se convertirán en la próxima gran industria tecnológica.
Hablemos del experimento en sí; a finales de septiembre, los investigadores de REMspace monitorizaron a dos personas, cada una de ellas en su casa a través de un equipo desarrollado especialmente para rastrear datos como ondas cerebrales y otras métricas de la polisomnografía. Este sistema esta conectado a un servidor que controla y procesa los datos que le llegan a través de sensores. Cuando el servidor detectó que el primer participante había entrado en un sueño lúcido, se generó una palabra aleatoria en el lenguaje Remmyo y fue enviada al individuo a través de auriculares. Este participante que estaba dormido repitió la palabra, y su respuesta fue registrada en el servidor. Ocho minutos más tarde, el segundo participante también alcanzó el estado de sueño lúcido y recibió el mensaje del primer participante, confirmándolo al despertar.
Se trata del primer intercambio de palabras dentro de un sueño lúcido.
Para llegar a este punto han sido necesarios casi cinco años de investigación y desarrollo tecnológico. Desde esta prueba se ha logrado mejorar los resultados con cada nuevo intento. El próximo paso es habilitar la comunicación en tiempo real dentro de los sueños lúcidos. A pesar de la complejidad equipo confía en alcanzar esto en los próximos meses. Podéis ver en este vídeo una simulación del experimento.
¿Dónde nos lleva esto?. Pues la verdad, desde mi punto de vista, si ya me parece complicado el control de las IA y de su incidencia en la privacidad y la creatividad de la humanidad, esto hace saltar todas las alarmas. ¿Quién dice que los datos obtenidos de cada sueño no serán utilizados? ¿Quién controlará que no haya interferencias en esas comunicaciones creando sueños a medida, dirigidos con fines políticos o comerciales?. ¿No podremos descansar porque el sueño, último reducto privado de desconexión del mundo real será usado con fines productivos cómo el aprendizaje? ¿Se llenarán nuestros sueños de anuncios publicitarios?
No queda tanto para esto y creo que a la vez que se avanza en el desarrollo de la tecnología habría que hacerlo en el soporte legal y ético sobre su uso.