Un estudiante utiliza una inteligencia artificial para que le escriba los trabajos de clase, en concreto dos proyectos que tenía que entregar… y los dos recibieron un aprobado.
La escuela contaba con software antiplagio pero no detectó nada fraudulento, porque técnicamente se trata de textos originales, aunque escritos por una inteligencia artificial.
Lo más curioso es que el estudiante del curso de Empresariales, no tiene ni idea de programación. Empleó una web que genera textos a partir de palabras.
El alumno usó un algoritmo de la empresa OpenAI. Este algoritmo es un generador de textos llamado GPT-2 utilizado por la web TalktoTransformer para generar un texto a partir de las palabras que introducimos. Esta es la web que ha usado para hacer sus dos trabajos de clase.
Para crear cada trabajo el alumno escribió la primera frase, y dejó que la IA escribiese el resto del texto. Tuvo que retocar algunas cosas, por ejemplo el uso de palabras que suenan raras en un texto de economía, o datos económicos que eran completamente falsos, porque la IA se los había inventado. Pero todo lo demás lo dejó tal como la IA lo escribió. Ambos proyectos recibieron un aprobado y nadie detectó nada.
El uso de una inteligencia artificial para hacer trampas con los deberes o los trabajos escolares abre las puertas a un nuevo tipo de engaño académico. El software antiplagio actual no puede detectarlo, porque funciona comparando texto con trabajos ya redactados, y la IA crea textos completamente originales.
Este tipo de trampas son bastante fáciles de detectar si introduces partes del texto creado por la IA en el propio generador de textos ya que acaba repitiendo frases.
Será necesario que los programas antiplagio se actualicen e incluyan estas IAs para detectar sus creaciones. Pero creo que siempre van a ir por detrás.