Realidad Virtual: ¿el renacer?.

Puede que pensemos que la realidad virtual no está hoy en día en auge. Tras unos años de protagonismo en los que todo eran gafas y avances parece que la novedad no ha sido suficiente y ha quedado relegada a algunas plataformas de videojuegos y a la industria y medicina, donde sí está teniendo aplicaciones interesantes.

El confinamiento que vivimos actualmente da una nueva oportunidad a esta tecnología. Nos permite «estar sin estar».

Los viajes virtuales VR nos dan la oportunidad de visitar desde casa sitios lejanos que físicamente no podemos. Las vídeo conferencias son más «reales» a través de aplicaciones de realidad virtual, permiten un contacto más cercano en estos momentos en que el contacto es tan escaso y prohibido. Los videojuegos VR nos evaden del confinamiento permitiendo que luchemos en extraños planetas, realicemos misiones en sitios peligrosos, conduzcamos vehículos por circuitos perfectos o juguemos fútbol o baloncesto en un pabellón lleno de espectadores.

Ni que decir tiene que el gran problema de esta tecnología ha sido el hardware. Desde las gafas de cartón ( Cardboard ) hasta las Oculus, Valve Index, HTC Vive, etc.. hay una gama amplia de posibilidades, casi todas ellas un tanto aparatosas o caras. Esta es la principal traba para que esta tecnología se dispare y se convierta en algo que ha venido «para quedarse» a nivel popular.

Ha llegado el momento en que el soporte virtual son unas gafas normales, ligeras y sin cables que mezclan la realidad con la ficción (realidad aumentada) como ya son las Epson Moverio o las facebook ORION por ejemplo.

¿Vamos un paso más allá? Se están desarrollando ya lentillas de realidad aumentada al más puro estilo Misión Imposible.

Puede que llegue el momento con esta tecnología que nuestro cerebro no sepa distinguir lo que es real y lo que es virtual.

Se estima que el gasto en realidad virtual para el 2020 será de 18.800 millones de dólares, lo que refleja un aumento del 78,5% en comparación con 2019.

La realidad virtual (VR) ofrece una alternativa sólida a las videollamadas. En este momento de teletrabajo, las empresas que la adopten e integren ahora podrían optar por mantener la comunicación virtual como una estrategia a largo plazo.

Actualmente se están empleando los visores VR para hacer quedadas virtuales, este es uno de los objetivos futuros de Facebook para revitalizar su red social para este año.

La realidad virtual ofrece múltiples soluciones para mantener la actividad de la empresa minimizando los riesgos sanitarios para los empleados. Esta tecnología permite crear entornos de teletrabajo interactivos y colaborativos.

Sobresale la empresa Two Reality que ha desarrollado un servicio inmersivo propiciando reuniones en realidad virtual con altos niveles de interacción, comunicación no verbal y capacidad de inmersión entre sus participantes.

Se produce un aumento del 25% en la atención cuando se realiza una reunión virtual en comparación con la videoconferencia, los encuentros son más cortos, menos confusos y mucho más resolutivos que las videoconferencias y posibilita a todos los asistentes interactuar sobre el mismo contenido 3D.

Ante la cancelación masiva de eventos, ya hay empresas que han visto este nicho de mercado y ofrecen la posibilidad a organizadores de ferias de todo el mundo una versión virtual 3D de su evento de forma que los asistentes puedan participar a través de sus dispositivos móviles accediendo a una plataforma virtual.

Con los alumnos en casa se están desarrollando también sistemas de formación virtual que permiten conectar hasta cincuenta personas al mismo tiempo en remoto. Podemos destacar Rumii para Oculus. Rumii es un espacio de realidad social-virtual que permite a las personas colaborar y comunicarse en una habitación desde cualquier parte del mundo como si todas estuvieran en la misma ubicación física.

En la misma línea tenemos meetingRoom que permite que las personas trabajen entre sí utilizando instalaciones de salas de reuniones como pizarras interactivas.

Estos entornos pueden solucionar muchos problemas de formación para las empresas, no solo en la situación actual de confinamiento, también de cara a eliminar costes de desplazamiento, logística de salas, etc…

El no referente al sistema educativo hay propuestas como VR Angel, de la firma española Kuantiko Studios. Kuantiko ha desarrollado un software que permite que un grupo de alumnos se pueda conectar en remoto, a través de gafas de realidad virtual, a una clase dirigida por su profesor.

Todo esto suena y es futuro, muy pocas personas y empresas tienen todavía capacidad y tecnología para poner en marcha estas iniciativas, pero las que pueden hacerlo están desaprovechando una gran oportunidad de adelantarse, de ser más competitivos y explorar en tierra de nadie.

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