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Aliados contra el coronavirus: Robots, Inteligencia artificial y big data.

En Wuhan, 11 millones de habitantes empezaban a toser y tener fiebre no hace tanto tiempo. Entonces no se sabía nada del covid-19, pero el programa diseñado por la start-up canadiense Blue Dot’s ya descubrió que pasaba algo raro. “No me encuentro bien” o “estoy enfermo” fueron algunos de los más de cien conjuntos de datos analizados por los algoritmos de la start-up para concluir que estaba brotando una nueva enfermedad infecciosa en la capital de la provincia de Hubei.

Blue Dot’s lo desveló antes de que las autoridades chinas y la Organización Mundial de la Salud alertaran al mundo de la amenaza del coronavirus. Esta startup también predijo el brote de Zika en Florida seis meses antes de que ocurriera.

Aparte de Blue Dot’s hay muchas otras empresas y particulares que, utilizando herramientas de Big Data e IA, están luchando contra esta pandemia global.

El uso de smartphones se ha generalizado convirtiéndose en una mina de datos sobre sus usuarios. En China no hay prácticamente ningún momento de la vida cotidiana de sus ciudadanos que no esté sometido a vigilancia digital. Esto ha permitido controlar a toda su población y atacar los núcleos calientes de la enfermedad con anticipación.

Sin llegar a eso, es importante hacer uso agregado, es decir agrupando datos de miles de personas, y anónimo de los datos de nuestros móviles para prevenir y ser eficaces en estos momentos o cualquier otro que pueda surgir en el futuro.

Inferir puntos calientes de población, calcular matrices de origen y destino, detectar los flujos de población entre diferentes zonas geográficas y trazar su movilidad pueden ser cruciales.

En este sentido Telefónica y otros siete operadores de telecomunicaciones proporcionarán datos de localización de sus usuarios de teléfonos móviles a la Comisión Europea para facilitar el seguimiento de la expansión del coronavirus, esto permitirá predecir cómo de rápido se puede propagar el virus y cuándo se hace necesario reducir la movilidad de la población.

China utiliza hace años la tecnología y la inteligencia artificial con sistemas de reconocimiento facial (ver https://ichavarria.es/ha-llegado-el-gran-hermano-parad-que-me-bajo/ ). Han añadido a este gran hermano sofware de detección de temperatura para identificar personas que puedan tener fiebre y lanzar alarmas si se sobrepasan determinados umbrales prefijados.

Corea del Sur ha implementado la app «Corona» que te avisa si hay alguien infectado cerca en un perímetro de 100 metros de distancia.

En Estados Unidos se está creando una aplicación similar a las asiáticas Safepaths desarrollada por el MIT, la Universidad de Harvard y Facebook. Aunque en este caso se garantizan los derechos individuales y la privacidad de las personas.

Stop Covid Cat 19 y coronamadrid.com son la aportación de España a esta lista de apps.

Stop Covid Cat 19 detecta la enfermedad, hace un seguimiento de los pacientes y sigue la evolución de la pandemia en Cataluña con mapas de calor a nivel general y por población.

Coronamadrid.com es de momento una web que se convertirá en aplicación para la comunidad de Madrid. Solicita consentimiento para conocer la localización del usuario, y ofrece medidas preventivas y de evolución en cada momento.

Las herramientas de Inteligencia Artificial y BI no sirven de nada sin datos y en estos momentos hay un increíble volumen de datos en los medios de comunicación, redes sociales, blogs, búsquedas de Google, bases de datos públicas, bases de datos de teleoperadoras y call center’s, etc.. Solo hace falta indicar al software qué debe buscar.

Las compañías tecnológicas, el Departamento de Investigación de Microsoft, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y el Instituto Allen para la Inteligencia Artificial, es lo que se va a hacer con los 29.000 informes sobre la Covid-19 elaborados desde que se descubrió el brote.

Benevolent es una compañía que utiliza la inteligencia artificial para desarrollar medicamentos para las enfermedades más complejas y que está concentrando ahora sus esfuerzos en el coronavirus. A las pocas semanas de conocerse el brote, Benevolent ya utilizaba su capacidad predictiva para proponer medicamentos que podían ser útiles.

Por otro lado está la división Deep Mind de Google que ha utilizado sus últimos algoritmos y su poder de computación para identificar, comprender y ayudar a las farmacéuticas a desarrollar tratamientos.

Aparte de estas app están los bots, esos parlanchines amigos que nos hablan desde el teléfono o altavoces en nuestra casa, asistentes virtuales que ahora pueden ayudar en la asistencia telefónica tan saturada por las llamadas de afectados por el virus. Han llegado a tal nivel que es difícil saber si estamos hablando con una máquina o con una persona. Los callcenter pueden utilizar esta IA para hacer una primera evaluación de las llamadas y pasar ya filtradas las que requieran de una intervención humana.

A todo esto se une la robótica. Es en estos momentos que puede desplegar todo su potencial para aligerar la carga de trabajo ayudando a acelerar los diagnósticos, permitiendo a los médicos monitorizar a los pacientes de forma remota o en la industria creando componentes de seguridad para los médicos con impresoras 3D o pasando de hacer moda a ropa de trabajo y protección.

Se están utilizando drones policías para vigilar o apercibir a los ciudadanos o como medio de transporte para trasladar pruebas sanitarias.

Se están utilizando Robots para limpiar, esterilizar o distribuir alimentos en hospitales y reducir así el contacto entre humanos y evitar contagios.

En algunos sitios públicos como estaciones de tren o aeropuertos se están usando también robots para tomar la temperatura de la gente que entra y determinar si puede estar infectada.

No son robots, pero dentro del hardware que puede ser vital en poco tiempo están los relojes y pulseras inteligentes ( ver https://ichavarria.es/wearables-tomar-datos-para-prevenir-y-luchar-contra-las-epidemias/ ) capaces de tomar datos de nuestro cuerpo y enviarlos de forma anónima para su análisis.

Estamos en los albores del internet de las cosas, pero será una nueva herramienta en el futuro para proveer de información a la inteligencia artificial en la detección y prevención de epidemias como las que vivimos ahora.

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