La aplicación en la vida real de tecnología de inteligencia artificial combinada con realidad virtual o aumentada está a la orden del día, sobre todo en lo referente a entrenamiento en situaciones de riesgo.
Esta tecnología no solo permite poner en situaciones de riesgo simulado a la persona en cuestión, además capta sus reacciones en todo momento y nos permite valorarlas, analizarlas y compararlas con las reacciones de otras personas en las mismas circunstancias. La experiencia es tan real que puede llegar a crear estrés en los participantes.
El análisis posterior con herramientas de Big Data permite prever reacciones en situaciones similares y afrontarlas con estrategias ya probadas.